Querida…
Estoy a punto de venderle mi alma al diablo por segunda vez
la primera fue para saber tu nombre
Estoy confinado sin ningún por qué
cristal tintado para no saber el dónde
No me correspondes, muerto desde entonces
espero en una sala junto a estatuas de bronce
-No te han guardado para más tarde
-estás olvidado en el lugar de los cobardes hasta nueva orden
Envíame palabras en un sobre
yo las leeré con tu voz
cuando hablo soy un torpe y todo se rompe
la hoz que va segando la hierva si crece
Todos los días caen en trece
vienen y van con armonía
y ya no puedo congelar los momentos en la memoria
Me siento un fósil sin historia
sin tiempo para ver a mis enemigos
Cuando me conozcas
habré dejado de ser la persona
que me habría gustado que conocieras
Soy la vergüenza impronunciable
esperando otra oportunidad
para demostrarte
que no hay nada de mí en mi alma
Que no vale la pena
