Sabes que has perdido el norte cuando todas las cosas que haces a lo largo del día carecen de sentido. Es como si fuera un autómata sin propósito, parado pero encendido. Gasto más de lo que genero, como un diputado. Y por lo general, a cambio de este mantenimiento de eucaristía solo doy las gracias. Que a veces parecen sacos de monedas de oro cayendo encima de la mesa, como si dentro de mi humilde hábitat tuvieran algún valor. ¿Cómo cojones va a pagarte un loco si no es dándote las gracias?

Sabes que has perdido el norte cuando no encuentras sinónimos a tu estado, gente con tu mismo problema, cuando ves locos allá donde miras. De pronto te cruzas con hombre comprando el periódico en un quiosco y todo el mundo está hablando de esa nueva noticia, o lo que dijo Mengano en la tele. Ni veo las noticias, ni compro el periódico, no hablo con nadie y tampoco tengo tele. Puedo ser el mejor ejemplo de aislamiento social y mediático. Pero es que todo me parece una puta mierda, que quieres que te diga. Suceden cientos de cosas en mi cerebro durante un minuto. No voy a perderlo viendo como otros malgastan el suyo. Puedo quedarme mirando la pared durante horas y sería tremendamente más interesante que intentar mantener una conversación. Por eso a veces pienso que estoy loco, porque realmente cavilo estas cosas y parece mentira que sea consciente de ello y quiera solucionarlo.

Hay un experimento muy gracioso sobre gallinas que trata de demostrar cómo influye el estrés en los animales y las acciones de gratitud. Una gallina tenía la cabeza metida en una urna con un poco de alpiste y dos bombillas, una verde y otra roja. Durante el experimento, la gallina no podía comer cuando la luz roja estuviera encendida. Si realizaba bien este ejercicio la luz verde se encendía indicando a la gallina que podía comer. Naturalmente la gallina comía cuando le venía en gana, la luz roja no causaba ningún estrés y este experimento no sirvió de nada. Más tarde descubrieron que las gallinas pueden ver una gama de colores mayor a la de los humanos. Por lo que seguramente el color verde o el rojo fueran cualquier otro puñetero color. Lo gracioso de todo esto es que me identifico con la gallina.

Sabes que has perdido el norte cuando te das cuenta que haces lo mismo que esa gallina. Estás en el sitio equivocado rodeado de estímulos que no te estimulan intentando hacer lo tuyo. Tu único objetivo es comer, cagar, intentar no comerte lo que has cagado y poner un huevo en algún momento. ¿Cuál es la filosofía de vida? No hay filosofía en esa vida. Pretenden que reacciones a cosas que están fuera de tu razón. No hay comprensión en aquello que te rodea. La ley es morir matando y cualquier día se puede acabar el alpiste. Vivamos el jodido momento. Hay gente tan preocupada por lo que dice la tele temiendo que sea verdad, que simplemente cambian de canal intentando que les digan otra cosa que les haga olvidar lo que acaban de ver . Asústate con esta luz roja o relájate con esta luz verde. Pero por favor, no dejes de comer alpiste.