Voy a tener que escribir todo lo que se me ocurra directamente aquí. Mi desorden mental es inminente. No solo escribo cosas en cuadernos que luego olvido, o en hojas sueltas, de esas que acabas tirando a la basura cansado de moverlas de una lado a otro. También me ocurre, supongo que como a toda mente caótica, que escribo cientos de .txt, notas de escritorio, recordatorios en gmail. Pero es que todo lo olvido. Y me da rabia que acabe siendo quemado en la memoria de un ordenador.
Toda la mierda que se me pase por la cabeza, ya sea una ocurrencia, una idea, un desahogo, una poesía inútil, intentaré que se pierda aquí. Entre toda la paja de wordpress como otro blog más. Tal cual, ellos son los que ponen la infraestructura de mi alivio. Saber que alguien en algún momento dará con la palabra clave preferida por algún crawler. Un resultado sin mérito, como todo lo que puedas encontrar por internet. Por eso lo llamo mierda. Creo que había una teoría de un filósofo de este siglo que lo describía de la misma forma. Todo lo que publiques en internet automáticamente se convertirá en mierda. Esta es toda mi mierda. Mi aportación al sustento de lo invisible en formato carpeta.
Como digo, trataré de ser ordenado en este aspecto. Es una decisión tomada por esa parte de mí que habla cuando estoy concentrado en una sola cosa. Se convierte en un tunel y me dice. Deja de hacer el gilipollas y no pierdas el tiempo creando mas notas word. No confíes en tu memoría para recordar que ayer escribiste tal cosa en aquel sitio. Ve allí y escríbelo. Trata de hacerlo sin faltas de ortografía. Y si las tienes que sea en palabras difíciles de pronunciar, así darás menos pena.
En fin, espero ser sincero con lo que hago y no mentirme más adelante. De esta manera tampoco te estaré mintiendo a tí. Aviso de que esto también puede tornarse en un experimento con el que todos podamos ver los diferente estados en los que escribo.
Sin más, gracias por leer.
