Me decías:…. Lo peor son las cosas que recuerdas haber imaginado y creías que habías escrito para haberlas soñado otro día y olvidar que fue la matriz de los propósitos que recordaste haber imaginado.
La frustración de haber perdido algo es como una jauría de culpa ladrando al alma por inútil. Olvidar un recuerdo es como perder el tiempo que guardaste en los bolsillos. “Te quieros” para otro momento, enfrentados a un rincón. Los ahorros de toda una vida que podrían haber cambiado el curso de las cosas. Deformar el destino a gusto, como una masa de arcilla.
La nostalgia es vida, el tiempo es la amenaza con la que caminas.
